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| | M�s de dos mil personas asisten al recital de las glorias madridistas y espa�olistas en la Ciudad Deportiva
El resultado fue abultado, desde luego, pero hubo un jugador sobre los m�s de treinta que pisaron el c�sped de pl�stico de la Ciudad Deportiva, que deslumbr� por su quehacer futbolero y su encantadora humanidad, Carlos Alonso Gonz�lez, para todos, Santillana..
El resultado fue abultado, desde luego, pero hubo un jugador sobre los m�s de treinta que pisaron el c�sped de pl�stico de la Ciudad Deportiva, que deslumbr� por su quehacer futbolero y su encantadora humanidad, Carlos Alonso Gonz�lez, para todos, Santillana. Otro nombre propio y protagonista del homenaje fue Jos� Llopis Corona, al que el madridismo y sanvicenterismo le quiso hacer un reconocimiento a toda una trayectoria deportiva en la que fue participe de varios t�tulos de relevancia para el palmar�s madridista, adem�s de ser, junto a Luis Molowny, uno de los dos jugadores, actualmente vivos, que inauguraron el estadio Santiago Bernabeu.
Las autoridades locales, la alcaldesa Luisa Pastor y el edil de Deportes, Jos� Juan Zaplana, adem�s del presidente de la entidad jovespa�olista, Miguel Fern�ndez, le hicieron entrega de diversos recuerdos conmemorativos de la jornada.
El ex ariete merengue ya prometi� al periodista de este medio que intentar�a darle al p�blico lo que esperaba de �l: marcar un gol usando su arma preferida: el espectacular remate de cabeza. Y a buen seguro que lo intent� ya que sus primeras intervenciones se orientaron en ese sentido, el resultado, un remate al larguero y otro que se march� fuera por muy poco. A la tercera fue la vencida, y Santillana en una de las suertes que manejaba como ninguno en la Europa de los setenta y ochenta, el remate de cabeza en plancha, dio a las dos mil almas que cubr�an por completo la superficie del estadio sanvicentero lo que ansiaban, un gol. Pero el c�ntabro no solo vivi� de la cabeza, al f�tbol se juega, sobre todo, con los pies, y el segundo de la tarde cay� tambi�n gracias a la habilidad del portentoso ex delantero merengue, en esta ocasi�n al rematar certeramente un centro por la banda. Santillana dio y recibi�, su comunicaci�n con la grada fue completa, cada acci�n suya, cada gesto, cada pensamiento futbol�stico, fue correspondido con aplausos, asombradas onomatopeyas y murmullos expectantes, tal y como se merece una leyenda viviente del club madridista.
Mientras Santillana pon�a la diferencia en los �ltimos metros, Emilio Butrague�o, �el Buitre�, pon�a la magia en las cercan�as del �rea surtiendo de balones imposibles a los jugadores blancos, entre ellos un voluntarioso Alfonso P�rez que sigui� maravillando con su calidad a los espectadores.
Los veteranos del Jove Espa�ol, tambi�n salieron a disfrutar del partido.
Todos eran conscientes del enorme privilegio que supon�a jugar contra la constelaci�n de ex figuras madridistas pero se aplicaron con respeto, brillantez y tenacidad. La actuaci�n de todos los jugadores vermellones fue digna de encomio y fue merecedor de un comentario adicional Don Jos� Cuevas, el presidente de la secci�n de veteranos del club verdiblanco, quien destil� por cada uno de los poros de su piel, durante algo m�s de cinco minutos, esa ilusi�n e inocencia que solo es capaz de emanar un ni�o, esta tarde Cuevas era ese ni�o coleccionista de cromos de sus �dolos, el joven apasionado de las gestas madridistas y el caballero que respeta a quienes le han dado miles de alegr�as futbol�sticas y tambi�n, a quienes le ha quitado las ganas de cenar alguna noche.
Los sanvicenteros marcaron el gol del honor en la primera parte, obra de Mani quien ser� el que entre en la historia del f�tbol sanvicentero por este motivo, y se retiraron al descanso con una desventaja de cuatro tantos a uno.
La segunda parte, fue un poco m�s sosa -solo se marc� un tanto m�s y fue obra madridista, con jugadores merengues sobre el terreno de juego menos conocidos para el publico sanvicentero pero todos ellos con la impronta de haber sido formado y educado en la casa blanca.
El Jove mantuvo el pundonor y sacrificio de la primera parte, e incluso gozaron de una ocasi�n manifiesta de gol, pero el marcador ya no se movi� m�s. Al fin y al cabo este partido, era uno de esos partidos donde no se mira el electr�nico.
Tras decretar el final del partido el juez de la contienda, el sanvicentero Jos� Luis Lorenzo, la alcaldesa, Luisa Pastor, el edil de Deportes, Jos� Juan Zaplana, entreg� al capit�n de los rojillos, Cuevas, la copa de subcampe�n y a su hom�logo merengue, la de vencedor.
Destacar la presencia de los j�venes jugadores de la escuela de f�tbol del Jove que amenizaron el descanso del partido, al igual que los m�sicos de la Sociedad Musical La Esperanza. |